Serrano + Vaquero
En Diciembre de 2012 parte de la sede de la empresa ATHISA
MEDIOAMBIENTE, situada en el polígono industrial de Asegra, sufrió
un incendio. La zona de despachos y oficinas quedó intacta
mientras que el área industrial, donde se almacenaban diversas
mercancías y se realizaba la fabricación de producto, quedó
reducida a escombros.
Creemos que este hecho accidental puede servir como punto de
partida para el proyecto, en lugar de enfrentarnos al solar como
un lienzo en blanco, como si nada hubiera pasado. De esta manera,
la nueva planta surge a partir de los restos hallados tras el
incendio, con el fin de permitir la lectura de la historia de este
lugar en las huellas de su actividad y sus transformaciones, tras
la intervención.
La exploración: Convertidos en exploradores, realizamos diversas
visitas antes de que fueran retirados los restos del incendio,
reconociendo y registrando los objetos que habían quedado
dispersos entre los escombros. Documentamos, almacenamos y
limpiamos los elementos que poseían más valor para los
trabajadores, que intervinieron en este proceso de recuperación de
objetos.
Tanto los objetos en sí, oxidados y deformados en escultóricas
figuras por la acción del fuego, como los muros y el suelo, nos
resultaron de gran interés. En el suelo podía aún leerse la
actividad que allí se había realizado: rieles empotrados, marcas
de muros, y cuando comenzó la retirada de escombros, las huellas
de los mismos estampada, como si del gran vidrio de Duchamp se
tratara.
El patio sobre los escombros: La propuesta consiste en realidad en
consolidar este estado, la memoria de este lugar sacada a la
luz
Las zonas donde había una mayor acumulación de escombros, que
coinciden con los lugares donde se encontraban almacenados los
objetos en el pasado, pasan a formar parte de una serie de patios
abiertos e interconectados en los que surge vegetación y donde se
dispondrán los objetos recuperados a modo de esculturas que
enlazan con el pasado y los recuerdos de los trabajadores de la
empresa.
Una nueva pieza, que contiene las actividades que se realizaban
anteriormente en la nave, se apoya en las zonas que estaban vacías
y sobrevuela los patios creados, generando actividad a diferentes
cotas, poniendo al usuario en relación con diferentes elementos:
los objetos calcinados, la nueva vegetación o el paisaje lejano
tan olvidado en este polígono industrial.
Además, la introducción de un proyecto de estas características en
la trama industrial da lugar a nuevas relaciones entre la
actividad y el paisaje, ya que lo usual es que, como pasaba antes
del incendio en esta misma planta, las ventanas de las oficinas de
los trabajadores den al interior de las naves. A través de esta
estrategia, mediante la que se aprovecha la cota máxima disponible
en el polígono para duplicar la superficie disponible en planta,
se libera gran parte de la planta baja de forma que los 3 usos
industriales diferenciados se realizan entre los patios sobre los
escombros, sirviendo de apoyos, mientras que la nueva zona de
oficinas se eleva a una cota más alta para disfrutar de luz
natural y la nueva vegetación.
El proyecto aprovecha la nueva cubierta como un mirador y como un
lugar de descanso para los trabajadores, además de suponer una
excelente plataforma para la realización de eventos y actos
relacionados con la empresa. La posición elevada, por encima de
las cubiertas de las naves del resto del polígono industrial,
servirá para disfrutar del paisaje lejano; Sierra Nevada, la
Sierra de Huétor, Sierra Elvira y la vega de Granada.
Ficha Técnica
El patio tras el incendio
Autores:
Serrano + Baquero
2016